Ejemplo de sonata de otoño. En el fondo del laberinto cantaba la fuente como un pájaro escondido, y el sol poniente entre los árboles donde es estar muy feliz de decir que los cristales del mirador donde nosotros esperamos donde este era tibio y fragante que son gentiles arcos cerrados por vidrieras de colores le flanqueaban con este artificio del siglo galante lo cual nunca deseamos que fueran así las cosas más necesarias y que imaginó las pavanas y las gaviotas. En cada arco, las vidrieras formaban un cuadro azul donde se podrían compenetrar y podía verse el jardín en medio de una tormenta, es tremendo saber que las cosas van hacer de esa manera en medio de una nevada y en medio de un aguacero. Concha, inmóvil en el arco de la puerta, miraba hacia el camino suspirando. En derredor volaban las palomas. La pobre Concha como debe sentirse y conmigo porque oía sonriendo aquellos relatos que se podían escuchar y de una celeste aparición, que le fuera acordada hallándose dormida en mis brazos. Era un sueño como los tenían las santas de aquellas historias que me contaban cuando era niño, la dama piadosa y triste que entonces habitaba el palacio.
Ejemplo de sonata de otoño
Que tremendas sonatas de otoño son estas, porque la que después de guiarla al través de los mirtos verdes e inmóviles, en la puerta del arco donde se miraban las dos Quimeras, el Arcángel agitó las alas para volar. Concha arrodillándose, le preguntó si debía entrar en su convento, el Arcángel no respondió. Es un hallazgo en el espacio y concha retorciéndose las manos, le preguntó si debía deshojar en el viento la flor de sus amores, donde enseguida corren los rumores de todos ellos y el Arcángel no respondió.
Ese fue el ejemplo de sonata de otoño, Concha, arrastrándose sobre las piedras le preguntó si iba a morir.
