Se pueden usar en toda clase de situaciones, pero en la literatura es en donde adquieren un sentido más relevante. Con lo anterior hacemos alusión a los ejemplos de figuras retóricas y ese carácter que les distingue por hacer un énfasis en un sentimiento, idea o emoción.
Ejemplos de figuras retóricas – Explicación
Para que quede claro desde el primer momento, las figuras retóricas se usan como un método para expresar o dar a entender que una idea, emoción o sentimiento está recibiendo un grado considerable de énfasis. En ese sentido, la modificación del orden en el que se usan las palabras de forma cotidiana es más que apropiado con el ánimo de cambiar el sentido que se les da literalmente.
Debido a lo anterior los ejemplos de figuras retóricas se clasifican en muchas categorías y no resulta tan sencillo ubicar una única vía para emplearlas.
4 ejemplos de figuras retóricas
- Alegoría. Se usa para dar una representación de un ser inanimado, animado o de una idea. Se la asocia casi siempre con la totalidad de una obra.
- Aliteración. En esta clase de situación se opta por combinar, repetir o las dos, sonidos distintos de una oración para que se consiga al final un efecto lírico agradable.
- Anáfora. Destaca porque son dos oraciones distintas y sucesivas que inician con una misma palabra.
- Animalización. Aquí se le otorga a una persona humano las acciones o las cualidades que en realidad son propias de los animales.
- Cacofonía. Resalta por ser las mezcla de varios sonidos que no son gratos para el oído humano, tanto por la dificultad de pronunciación, como por el tipo de palabras que se crean con ello.
Vídeo: Explicación y más ejemplos de figuras retóricas
Teniendo claro que los ejemplos de figuras retóricas suponen ser un concepto no tan fácil de comprender por sus características, presta mucha atención a lo que se menciona aquí.
